martes, 28 de septiembre de 2010

Las diosas oscuras: una guía práctica


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Parece que esto de ser llamada por la diosa ya es una constante. Muchas veces no sé qué quiere de mí, no sé qué me anuncia, qué me pide. Pero heme aquí otra vez, ahora frente al lado oscuro de la Diosa. Tiene muchos nombres, muchas mitologías, muchos rostros y sin embargo es la misma. A veces parece temible, pero una vez que has descendido a su reino, has comido de sus frutos, has bebido sus lágrimas, has sufrido sus penas, entonces empiezas a entender que lo que estabas haciendo es purgar tu propia oscuridad y encontrar su Luz.

Ya varias personas me han dicho que les resulta muy complicado entender lo que han leído o por lo menos acordarse de lo que leyeron aunque en ese momento todo les sonó muy lógico. A mí también. A veces es tanto que no logro asir lo que he dicho y sin embargo sé que lo he dicho yo, que eso es el producto no sólo de una investigación bibliográfica sino de una vivencia real, mi propia vivencia. El lenguaje es definitivamente limitado para expresar estas vivencias, a mí las palabras me faltan. Son vivencias profundas, tan intensas que la mente no las puede comprender. Intento explicar con palabras este camino que recorro, pero creo que muchas veces las letras se caen y no logro decir lo que quiero o al menos de una forma más comprensible y simple.

Este es el camino de Psyché, que a veces resulta sólo comprensible si lo sigues tú mism@. Entonces otra vez les invito a vivir plenamente a la Diosa en su vida, a no huir de las emociones, de las ideas, de las experiencias, sino a abrazarlas independientemente de sus cualidades. Si permitimos que éstas tengan cabida en nuestra vida, entonces dejarán de atormentarnos y serán una experiencia de aprendizaje, un paso más cerca de la luz que realmente somos.

Trabajar con la oscuridad de la Diosa implica varias cosas:

1. Reconocer lo verdaderamente oscuro en nuestro interior como algo profundamente humano y amarnos a pesar de lo que ello nos provoca.
2. Perdonarnos por ello: por permitirnos creer que somos víctimas, de nosotros mismos o de otros y no reconocer nuestro poder personal. Y amarnos a pesar de todo.
3. Admitir que lo que vemos en los demás es sólo la oscuridad que proyectamos en los otros. Si cambiamos nuestra forma de pensar, de ver y de interpretar todo tendrá otro sentido en nuestra vida. Y sin embargo nos aceptamos y nos amamos con toda esta carga que llevamos encima.

Entonces, si alguna vez hemos sentido dolor, ira, impotencia, odio, lujuria, violencia, frustración, sufrimiento, depresión, envidia, celos, locura y demás cosas que a lo mejor ni reconocemos ni queremos sentir que son nuestras...¡ACEPTÉMOSLAS, son nuestras! Son tan nuestras como lo son el amor incondicional, la belleza, la luz, el poder, el perdón, la salud, etc.

También quiero puntualizar que en este camino hay tres niveles:

a. LA DENSIDAD: Nivel Inicial: normalmente el que nos hace sufrir más y está lleno de ilusiones y basura. Es en el que vive la mayoría de las personas y todas las personas en algún momento de sus vidas (presentes o pasadas).

b. LA TRAVESÍA: Nivel intermedio: Una vez que has vivido toda esa basura, te hartas. Llega un punto en que empieza tu travesía hacia algo mejor, desde la densidad hacia la liberación. Una vez más, este camino puede tomar varias vidas y algo más.

c. LA LIBERACIÓN: Nivel avanzado: Has llegado y empiezas a vivir en la luz, tu propia luz y la del universo. Eres uno con todo, vives a plenitud el amor, el perdón y la infinita variedad del éxtasis divino. Es lo que llamaríamos el cielo y es más divertido que nada aquí en la Tierra. Pero podemos vivirlo estando encarnados. Claro que hay más niveles después de ese, pero mejor nos ocupamos de éstos primero.


Trabajar con las diosas oscuras significa que ya hemos hecho un largo viaje hasta los límites de nuestro reino y empezamos otro hacia lo desconocido. Pero hay que saber que estamos: a. siempre protegidos por la Diosa y b. es algo que se hace voluntariamente en busca de la sabiduría y el poder personal que se desarrollan con la transmutación de cada uno de nosotros. Es un viaje alquímico.

Este es el comienzo de una entrega de tres partes sobre las diosas oscuras, el inicio de un viaje de descubrimiento y ojalá una especie de mapa o de guía. Espero saber qué opinan al respecto, si ya han realizado este viaje o cuáles son sus expectativas sobre el mismo. Yo también me lanzo al fondo del abismo, acompáñenme...

Este viaje ya inició hace tiempo con Kali, Innana, Ishtar, Perséfone, Medusa, Babá Yagá y la Cailleach, Frejya, Sedna y como pueden ver ellas son muy distintas entre sí: horribles y hermosas, inocentes y sensuales, viejas o jóvenes... la diosa oscura no es un polo, es un nivel de consciencia.