martes, 23 de junio de 2009

La diosa Durga y su relación con el león

(c)Copyright Carmen Jijón. All rights reserved worldwide.

¿Qué tienen en común el solsticio de verano, la luna nueva y la diosa hindú Durga? El león. Este poderoso animal simboliza el sol, el fuego y el plexo solar.

Un poco de historia:

La relación entre la Diosa Madre y el león se puede rastrear hasta la época Paleolítica. Algunas imágenes talladas y otras de la pared en la cueva de Les Trois Frères en Francia reflejan que esta relación tiene posiblemente más de 20 000 años, cuando los leones cavernarios o leones gigantes rumiaban las planicies europeas, africanas y asiáticas (no se han encontrado tales relaciones con el león específicamente en América del Sur, pero sí con otros felinos gigantescos). 

Usualmente se encuentran imágenes de mujeres vestidas o pintadas de rojo sobre los lomos de un león. Estas imágenes han sido interpretadas como la diosa y su relación con la fertilidad de la Tierra, así como un símbolo de poder, de purificación, los ciclos de vida y muerte y el paso del tiempo. En este sentido, la diosa muestra su rostro creador, purificador y también su rostro destructor. Este poder destructor protege a los desvalidos humanos en contra del mal. 

En cuanto a la energía del plexo solar:

La luna nueva es el momento en que podemos trabajar las energías de nuestro plexo solar. El chakra del plexo solar se relaciona con la energía del elemento fuego, la voluntad y la acción.  Se entiende que la libertad de elegir y actuar nos permite desarrollar una manera positiva y creativa de ver la vida, además de la liberación de los prejuicios y los malos hábitos. 

Cuando una idea creativa o positiva no ruge con la fuerza de la acción, crea un peso energético que retrasa nuestra evolución, similar al peso de una idea o una acción negativa. 

Para los cristianos este es el pecado de la omisión. Por ello el trabajo con la fuerza del león es importante en esta época, ya que el león es el símbolo de la voluntad. El trabajo con la voluntad y la acción correcta, fundamentadas en las ideas y las emociones creativas, potencian la efectividad de dicha acción. La voluntad se entiende como el poder personal espiritual y no sólo para la satisfacción de los deseos.

El león y el solsticio de verano:

Debido a su melena dorada, el león es un símbolo del sol. El solsticio de verano es el día más largo del año en el hemisferio norte. Durante este momento se considera que las energías solares están en su apogeo. También conocido como Midsummer, noche de San Juan o Inti Raymi, el solsticio de verano es celebrado en Europa y América como el momento fundamental de contacto con el Otro Mundo, ya que se abre el portal a los reinos mágicos, debido a que el sol se “detiene” (al igual que el solsticio de invierno). Se puede celebrar con música (como la fête de la musique), con danza, comida especial, festivales o simplemente en casa -con familiares y amigos o a solas- pero siempre acompañados por la magia de los otros reinos. Este es el inicio de la acción positiva (planetaria) gracias al contacto con el sol, que ha vencido totalmente a las fuerzas de la oscuridad.


La Diosa Durga:
Una imagen actual, poderosa y conocida de la diosa y su relación con el león es la diosa Durga. 
Durga es una divinidad viva, es decir, pertenece a una religión que aún se practica, y por ello merece toda la devoción, amor y respeto posibles, espero hacer justicia a lo que representa. Su nombre significa tanto “fortaleza” como “impenetrable”, por lo que amparados en su nombre divino, estamos a salvo de la fuerza destructiva del mal. La Madre Divina Durga representa el poder del Ser Supremo para proteger a sus devotos (y a los dioses) de las fuerzas destructivas y malvadas que los amenazan, como por ejemplo: egoísmo, pobreza, enfermedad, celos, odio, e ira que son los enemigos del alma. A la vez mantiene una sonrisa de santidad y calma. Durga batalla con fiereza y podemos acudir a ella cuando necesitamos compasión ilimitada, amor, sentido del humor, pero sobretodo protección y valentía.

Como Diosa Suprema, tiene muchos rostros y representa muchas cualidades. Sin embargo, muchas de esas cualidades se transforman en otras diosas y dada la complejidad del hinduismo, sus mitos, prácticas y creencias, no voy a entrar en detalles. 

Fuentes: HUSAIN, Shahrukh, La Diosa, Creación, fertilidad y abundancia. Mitos y arquetipos femeninos, Taschen, 2006.

martes, 16 de junio de 2009

Encuentros con la Diosa: vivir el renacimiento del alma

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Les extiendo la invitación a vivir la primavera como un renacimiento. Hay aún mucho de qué hablar, muchas diosas que conocer y venerar, muchas hadas que nos invitan a celebrar la riqueza y abundancia, la belleza y la plenitud, más allá de la época misma en la que nos encontremos. Vivamos esta primavera eterna que se disfruta desde la mitad del mundo y también en el Otro Mundo. Celebremos el inicio de una nueva era y un puente hacia una vida más plena.

Es posible que estemos en medio de la búsqueda o al inicio de la misma. Puede ser una búsqueda de la Verdad, del cambio o de la Magia. Puede que estemos buscando otra forma de ver la vida u otra vida o posiblemente todas las anteriores. Las imágenes que pueblan nuestra imaginación y las que a veces se intercalan con aquellas de la vida cotidiana nos anuncian que necesitamos nutrir nuestras almas. Ya basta de cavar y recavar, de elucubrar y consumir información o conocimiento. Seguro nuestros sentidos se hallan saturados. 

Imaginemos un prado o la suave arena y recostémonos por un momento. Dejémonos arrullar por el sonido del agua y el viento y que el sol caliente nuestros corazones. Descubramos los elementos femeninos que llevamos en nuestro interior. Integremos aquellos elementos antes aislados, a fin de reconciliarnos con las impresiones contrapuestas de la Madre, de la Feminidad. Hombres y mujeres necesitamos hacer las paces con las imágenes de la vida y la muerte, noche y día, bueno y malo, con las dicotomías de la vida, para dar paso a nuestra resurrección, a una vida plena de alma.

Esto de ninguna manera significa que la vida deja de tener contradicciones ni que dejará de presentarnos obstáculos, simplemente es una invitación a convertirnos en los héroes de nuestra existencia y a dejar surgir la pasión y la motivación de la búsqueda. Permitamos que la divinidad inmanente guíe y proteja nuestra travesía, y que sea Ella quien nos nutra de fortaleza a través de sus pruebas y obstáculos, que sea Ella el premio final ante nuestros triunfos, ya que a la final son Sus brazos los que nos acogen en el transcurso de esta y de las otras vidas. 
Fuentes de inspiración: Thomas Moore, "El cuidado del alma"; Shahrukh Husain, "La diosa"